sábado, 20 de julio de 2013

Aquello intocable que te hace feliz.

Los sentimientos confunden, a veces no sabemos qué sentimos o qué queremos decir, tenemos una idea muy clara pero las palabras no son las adecuadas para expresar según qué cosas o no fluyen. No entiendo cómo puede ser que llevemos tanto tiempo usando el lenguaje para que sigan habiendo cosas que nos cueste explicar, porque simplemente son inexplicables.

De eso se trata un sueño o una sensación. Los sueños son aquellos que te hacen vivir, que te hacen creer en algo mejor, son aquellos momentos que pasas con alguien que echas de menos o que quieres. Un sueño también sirve para enamorarse, para despertarse y preguntarse que qué ha ocurrido con tus anteriores sentimientos, que cómo es que tu corazón late tan rápido después de un simple sueño.
Y no es un simple sueño y esto lo puedes comprobar tú mismo cuando sueñas con una persona que quieres. Vives el sueño de tal manera que cuando despiertas, agradeces haber estado con esa persona aunque haya sido en tu propio subconsciente. Y lo ocurrido en ese sueño no es para que sea otro más que añadir en tu libreta, si no porque aquello es lo que te gustaría que ocurriera.

Las cosas se sienten más cuando cierras los ojos, un beso siempre hará que cierres los ojos y que te dejes llevar por esa persona a la que quieres. Un solo de guitarra hará que cierres los ojos y provocará que el vello de tus brazos se ericen.

¿Por qué esa persona es tu mundo?, ¿por qué la única manera de encontrarte con ella es en sueños? ¿Y por qué despreciar tus sueños? Es tu mundo, y allí te encontrarás con la persona que más quieres cuando tu subconsciente la necesite...

No miramos la realidad con exactitud e intentamos soñar y disfrutar de nuestro mundo cada noche a pesar de que sólo ocurra en nuestro subconsciente.

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