miércoles, 24 de julio de 2013

«...puse el disco en el reproductor, bajé la tapa y puse la pista cinco. Corrí hacia mi cama y me tendí en ella, cerré los ojos y ahí estaba. Delante mío se encontraban ellos, los que hacen que llore de alegría tan sólo con una frase, los que me apoyan a pesar de no conocerlos. Y esa gente a mi alrededor gritando sus nombres, cantando sus canciones, bailando como si no hubiera mañana. Un lugar donde podía ser yo. Pero entonces desperté y miré la hora, las 3:08 de la madrugada. La pista seis estaba sonando. Todo había sido un sueño, un sueño que muy pronto se cumpliría.»

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