sábado, 26 de octubre de 2013

¿Eres feliz?

Hoy me han preguntado que si soy feliz, mi respuesta, obviamente, ha sido que no.
La felicidad es un término muy extenso y cada persona toma el significado de una manera, para algunos la felicidad es tener amigos, salud, dinero, para otros lo es el amor o estar bien contigo mismo.
No sé qué es la felicidad a ciencia cierta porque nunca la he sentido. Tal vez cuando eres pequeño, cuando no sabíamos sobre la pérdida o la soledad, es decir, cuando éramos ignorantes (en su medida, quiero decir, ya que algunos lo seguimos siendo, de alguna manera). Entonces éramos felices, pero hace demasiado tiempo de eso para acordarte.
Algunos confundís el "estar contento" con el ser feliz.
Y ahí es donde quiero llegar, yo he llegado a estar muy contenta, contentísima, pero nunca he sido feliz.

Hoy en día, se confunden muchas cosas. Me explico mejor, puedes decir que estás enamorado, cuando en realidad sólo te sientes atraído por una persona, que sufres depresión y sólo estás triste porque te ha dejado el novio. Y no sé, creo que aquí falla algo.

jueves, 17 de octubre de 2013

Querida amiga,

   no sé qué ha pasado entre nosotras, qué es lo que ha hecho que nos distanciemos, tal vez fueron esos abrazos que no nos dimos cuando más lo necesitábamos o quién sabe, a lo mejor fue el verano.
Ya no sé qué locuras te pasan por la cabeza.
No sé tu canción favorita, ni esa película que tanto te hace llorar.
No sé si prefieres el perdón o el olvido, si te gusta más el café solo que con leche, los amaneceres o los atardeceres, no sé si prefieres las mañanas de los lunes a las noches de los domingos, si cierras los ojos cuando te duele la tripa, si cuando cortas con tijeras sacas la lengua fuera, no lo sé.
      Decíamos que seríamos mejores amigas para siempre, viviríamos juntas o algo así. Sí, como en las películas. Pero supongo que lo nuestro fue más un cortometraje.
      Y es de madrugada, miro al techo intentando que las lágrimas no empiecen a descender por mis mejillas y no dejo de pensar en esas sonrisas falsas que no me pertenecían, esas conversaciones tan profundas hasta las tantas de la noche que tanto me hacían reflexionar, esos juegos de entre clase y clase o de cuando faltaba un profesor, ¿y qué ha ocurrido con todo eso? Hasta hace unas semanas me decías que tenía que ser fuerte, que no estaba sola. Que eras mi hermana. No sé si nos habremos cansado la una de la otra, que tantos momentos con una persona se hace raro de creer, ¿no? Pero la mayoría de mis pocos recuerdos felices son contigo.
      Que, por no saber, no sé ni qué día empecé a morirme por dentro por culpa de tu ausencia.

martes, 15 de octubre de 2013

«siempre»

Me da igual que no sean perfectas, que tengan defectos. No me importaría que llorasen delante mía y que tuviese que pasarme la noche en vela consolándolas.
Pido que me griten cuando estén enfadadas con el mundo, que duerman en mi cama cada vez que vengan a mi casa, hacerlas reír aunque por dentro esté hecha polvo. Pido pasar una tarde entera con ellas mientras me explican sus problemas en vez de estudiar.
Sólo quiero una cosa a cambio, que estén conmigo.
Haré que no vayan por el mal camino, que estén contentas todos los segundos de sus vidas y me encargaré de que lo demuestren siempre que puedan y cuando no, yo estaré ahí, las abrazaré y, aunque tenga mis problemas, estaré callada y escucharé los suyos.
Prometo que haré alguna cosa divertida cada vez que nos veamos y que me escaparé de todos los lugares sólo para estar con ellas.

Pero por favor, que estén siempre a mi lado.

jueves, 10 de octubre de 2013

Para perder todo.

Te preguntan que si estás bien, y joder, no hace falta ser superdotado para verlo, se te nota en la mirada, en esas ojeras de haber llorado durante todas las noches desde que recuerdas, ese pelo enredado por dormir mal, en esas heridas mal cicatrizadas que se asoman por debajo de las braguitas pidiendo ayuda, a resumidas cuentas, en todo.
Pero aún así, te preguntan si estás bien.

Te preguntan que por qué no estás bien y no se dan cuenta de que es por culpa de ellos, que te hablan mal, te gritan, te arrancan el corazón y empiezan a jugar a dar toques con él.

Luego dicen que no debes hacerte daño, que es una tontería y no se dan cuenta que eso es como coger a un paralítico y decirle que empiece a correr o gritar al mar que se evapore.

Pero todos tenemos una vida de mierda. Por eso callamos y no decimos lo que sentimos a los demás, por eso todos nos morimos poco a poco y dejamos que la tristeza nos coma por dentro.

lunes, 7 de octubre de 2013

"¿Y si ahora...?"

De eso que estás en matemáticas decepcionada por la nota que has sacado y empiezas a pensar sobre lo que ocurriría si murieses. Si fuese un suicidio sería un 'boom', porque todos empezarían a pensar el por qué, estaría en boca de todos. El tema de moda.
El primer día se "celebraría" el entierro en el cementerio de mi ciudad, asistiría mi familia tanto materna como paterna y la de sus parejas (qué hija de puta sería, juntando a los familiares que están enfadados), tal vez irían los pocos amigos que tengo (aunque seguramente no, ya que les daría mal rollo), tal vez algún compañero que me tenía afecto, alguna falsa que decía ser mi amiga del alma, no sé.
Después están los días de duelo, que mi hermana, claro está, me agradecería esa semana sin asistir a clase.
Mi padre tal vez caería en depresión, ya que, aunque lo esconda y sin decirlo egocéntricamente, creo que soy la hija a la que más quiere (su primera hija y encima clon suyo), aunque le ocurriría lo mismo si se muriera cualquier otro de sus hijos.
Mi madre pasaría la temporada "he perdido a una hija adolescente", pero de ahí no más.
Y los demás... Los demás no se darían cuenta de mi ausencia pasadas dos semanas como máximo.

Así que he llegado a la conclusión que mejor no morirme, así doy por culo unos años más.
Y que, finamente dicho, se jodan.

domingo, 6 de octubre de 2013

Despierta.

Notaba que a cada kilómetro que avanzaba el automóvil reducía su velocidad, entonces tomó una curva y frenó en seco en algún lugar, imaginé que en la cuneta o en algún pequeño descampado. Escuché el sonido de las llaves girar hasta dejar de oír aquel rugido que me traía tanto dolor de cabeza, el del motor.
La puerta del conductor se abrió, oí el roce de las botas de aquel hombre contra la grava que cubría aquella superficie. Cinco segundos. Mi puerta se abrió. Dos segundos. Noté una fría caricia en el exterior de mi muslo izquierdo. Estaba desabrochándome el cinturón. Mi visión se reducía a cero, la banda negra seguía tapando mis ojos. Intenté sacar la lengua de la boca para mojar mis labios cortados, no recordaba que los tuviera cubiertos de esparadrapo. Entonces los fuertes brazos de aquel hombre me cogieron por la cintura. Me esforcé por pedir ayuda, quería gritar, pero lo único que conseguí fue rasgarme la garganta, intento fallido. Él se percató de mis intenciones ya que noté su aliento en mi oído susurrándome tan bajo que me costó entender lo que decía:
–No tengas miedo de nada, esto sólo es un sueño. De aquí cinco segundos abrirás los ojos y te encontrarás en el lugar más seguro del mundo: tu cama y te olvidarás de este sueño. Te olvidarás de mí. Pero antes de nada –sus labios rozaron mi mejilla y me quitó la banda, me costó acostumbrarme a la luz del día, pero cuando por fin vi con claridad si rostro lo comprendí todo– que sepas que tu abuelo te quiere.
Entonces desperté y puedo jurar que nunca me he olvidado de él.

Cobarde.

Y me he dado cuenta de que ya no puedo más. Sí puedes. Me gustaría desaparecer y ver como al paso del tiempo me olvidáis.Que seáis felices sin mí.
Una vida siempre acaba, pronto o más tarde, pero acaba y yo quiero acabar ahora la mía. No quieres.
Ya no me quedan más lágrimas que derramar. Ya no me quedan más suspiros. No me queda nada.
Algún día os daréis cuenta de que fue una tontería llorar por mí, por una cobarde mentirosa llorica, que tras su sonrisa habían miles de cortes en su interior. O puede que no, puede que sigáis llorando hasta que no podáis más, hasta que os encontréis en la misma situación en la que me encuentro yo ahora. Entonces os daréis cuenta.
Tal vez esto se quede aquí, realmente nadie sabe qué sucederá después de desahogarse. Y eso estoy haciendo yo ahora. Lucha.
Tengo frío a pesar de rozar los 32 grados, pero este frío se encuentra en mis entrañas. Y no lo puedo calmar. Deseo con todas mis fuerzas arrancarlo. El frío mata a personas. Y me está matando a mí. Date cuenta de que te está dando la fuerza necesaria para vivir, vivir por orgullo.
Me queda mucho por delante, muchas cosas por las que luchar y por las que vivir, pero no puedo, soy una cobarde que piensa en sí misma, que dice que tiene la culpa, pero es mentira, la tiene el miedo. Miedo al rechazo, a la soledad. Y por tener miedo me estoy quedando en la nada.
Me rindo, quiero dejar esta guerra a medias, estoy demasiado herida para continuar. ¿Y cuando las heridas hayan sanado?
Vive. Una llama nace en mi interior. Pero el frío se está apoderando de ella. La está matando. Acaba con tu vida ya. Debes hacerlo. Tú puedes. No, no puedes. Escapa de esta tortura.
No lo hagas.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Yo creo, sí creo.

Imagina que es allá las 23.59 de la noche, estás tumbado en tu cama mirando al techo (escuchando música) mientras reflexionas sobre lo mierda que es tu vida (pero eh, hay vidas peores a la tuya), de golpe suena un pitido, ya son las doce; ya no puedes decir "mañana cuando me levante..." porque hoy es mañana, pero al no haber ido a dormir se te hace raro.
Escuchas un ligero golpe en tu ventana "parece que me hayan llamado", piensas. Te vuelves hacia ella e intentas vislumbrar lo que hay tras la cortina que te separa del exterior. Una extraña luz rosada. Vuelves a escuchar, y esta vez con claridad, distingues a la perfección que te han llamado. Una hada. "¿Una hada? ¿Qué coño...?" Y te ofrece la posibilidad de seguir tu vida con normalidad con la diferencia de un pequeño detalle sin importancia: no habrías conocido a X persona. La que tú quieras. Que si Pepito, que si Juanito, tu madre o tu exnovio.
"¿Y a quién escojo yo ahora?" Piensas, porque, si dejas de conocer a tal persona, el curso de tu vida puede cambiar, y si no preguntádselo a nuestro gran amigo del alma Doc (para quién no lo sepa, que vea Regreso al Futuro. La primera parte, las demás no valen mucho).

Y tú, ¿a quién escogerías? ¿O dejarías pasar la oportunidad?

Yo arrancaría las alas a la hada y le robaría los poderes, pero sht, que es un secreto, no vaya a ser que no venga a visitarme.

martes, 17 de septiembre de 2013

It's just a spark.

Todo lo que hicimos fue por ser felices, por vernos en el estado máximo de la felicidad. Que nuestros ojos no volvieran a lubricarse porque nos sentíamos solos. Que nuestros dedos, entrelazados, no se volvieran a separar.

Y es que, después de todo, no somos nada. Todo lo que intentamos acaba en fallido. No tenemos que intentarlo, tenemos que hacerlo.

Incendiamos lo único que nos quedaba con sólo una chispa.

sábado, 7 de septiembre de 2013

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Se acercaba el invierno, lo sabía porque la noche empezaba pronto, se despertaba y los rayos de sol aun no se colaban por las rendijas de su cortina, las tardes eran frías y húmedas, total, lo típico de invierno.
  
     Sonaba el timbre del instituto. Bien, las clases acababan por ese día. «Adiós, hasta mañana» despedía a su profesor. Él la sonreía y ella le devolvía la sonrisa. «Venga hasta mañana, luego hablamos por WhatsApp» le decía el chico que estaba coladito por ella. «Vale», seca, pero no olvidó la sonrisa.
Ese día decidió ir a pie, quería disfrutar de los últimos momentos antes de coger su abrigo de lana gris, el que le regaló su madre las Navidades pasadas.
Sólo se escuchaba el crugir de las hojas y su respiración. Lenta y pausada.

    Llegó a casa justo a la hora de comer, una ensalada de zanahoria y un bistec humeante la esperaban encima de la encimera de la cocina, pero ella, como hacía desde varios meses, pasaba de largo.
Entró en el baño, giró suavemente el grifo del agua caliente hasta el final y puso la mano debajo del chorro hasta encontrar la temperatura perfecta, ardiendo. Entonces puso el tapón de la bañera y caminó hacia su habitación. Se quitó la ropa hasta quedarse en la interior.
Volvió al baño y cerró el grifo. Comprobó por segunda vez la temperatura metiendo el dedo índice en la bañera, perfecta. Tenía la piel de gallina a causa de la corriente que hacía ahí, así que se apresuró por quitarse el sujetador y bajarse las bragas, que las dejó tiradas en el suelo.
Primero metió un pie en la bañera hasta acostumbrarse a la alta temperatura del agua, después el otro. Y empezó a agacharse hasta quedarse estirada. Cerró los ojos. La puerta se abrió, pero ella ni se inmutó, seguía pensando en su vida. Empezó a tararear la sintonía de un famoso anuncio de televisión a la espera de que su hermana pequeña la acabase. Entonces escuchó una voz triste que le susurraba:

«Déjalo, ella ya no está

lunes, 26 de agosto de 2013

En la vida todo no es de color de rosa.

Hay cosas que duelen, como por ejemplo cuando te peleas con tus padres sabiendo que es por tu culpa y te das asco a ti mismo.
Hay cosas que duelen, como por ejemplo perder a un ser querido.
Hay cosas que duelen, como por ejemplo saber que cada día que pasa es uno menos que te queda por vivir.
Hay cosas que duelen, como por ejemplo ver a la gente autodestruirse sin un motivo aparente.

Pero puedo jurar que hay una cosa que duele más que todas las anteriores.
Hablo de cuando intentas ser feliz: comienzas a tomar decisiones y a todos les parece que tu forma de ser es genial. Sí. Y sientes esa adrenalina que hacía tiempo que no corría por tus venas. Pero ahora fíjate, cuando estás en el mayor estado de felicidad viene esa persona especial y te dice que ya no te apoya, que no te reconoce y que no eres la misma persona que antes. Él deja de lado cosas que sabe que te harán daño, aunque hay otras que no se calla. Pero aunque pase de ti, sentirás todo lo que te dirá, pues lo conoces lo suficiente para que no hagan falta las palabras.
No sé si alguna vez lo habéis experimentado, pero yo lo estoy haciendo ahora mismo. Y aunque cueste de cree, esto que os he contado es simplemente, la realidad.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Sin título.

Ahoguémonos por eso al que llamamos humanidad
que nadie crea que todo es por codicia,
que todo lo hacemos por lealtad
aunque sólo nos importe nuestra vida.

Vivamos por aquellos que nos vieron crecer
que nadie crea que somos infelices
que no tenemos nada que perder
aunque sólo queramos comer perdices.

Luchemos por un mundo en el que podamos vivir
que nadie crea que es posible
que todo se puede intentar y así,
todos seremos felices.

sábado, 17 de agosto de 2013

Querida mamá,

si estoy aquí es porque tú y papá lo quisisteis, tú me has dado la vida, me cuidaste desde aquel mediodía en el que nací en el Hospital.
Te quiero regalar algo que no se puede envolver ni guardar en un armario: mi amor y esos momentos especiales que he vivido contigo.

Naciste y creciste con tus dos hermanos y al tercero os mudásteis a esta ciudad que me ha visto crecer, doy gracias a la abuela por haber escogido esta ciudad alegre y agradable, de lo contrario no habrías conocido a papá y aunque estéis separados, me alegro de que lo hicieráis, sino no tendría a mi hermano ni a mi hermanita.

Cuando empezaste a trabajar y papá ya no vivía con nosotras, mi hermana y yo nos dimos cuenta de que teníamos que ser independientes, tal vez fue a una edad temprana, pero lo hicimos e intentamos ser como tú, una mujer luchadora, carismática y libre, sin la dependencia de nadie.

Sólo quería decirte que si algún día te olvidas del significado de la vida, mira a tu alrededor y verás esa gente que lucha por ti y te quiere.

Te quiere,
tu hija.

Pasamos todo el curso deseando que llegue el verano para poder descansar y deshacernos de todo ese estrés innecesario, deberes, exámenes, profesores odiosos y compañeros pesados, pero a estas alturas de las vacaciones, ¿quién no desea volver a la rutina?

Durante las clases soñamos con un verano de película; viajar a lugares exóticos, ir a la playa con tus amigos, tener un romance fugaz, noches mirando las estrellas... Pero nada de eso ocurrirá.
Te levantarás a las doce, harás el vago, comerás, harás la siesta hasta las ocho de la tarde, te quedarás en el móvil hasta las tres de la madrugada para volver a despertarte a las doce. Tal vez algún día irás a la piscina, raramente irás a la playa. Y cuando queden cinco semanas para volver, echarás de menos la rutina. El despertarte pronto, peinarte como sea, vestirte con lo primero que cojas e ir al instituto.

En verano dirás que soportas mejor en invierno y en invierno dirás que soportas mejor el verano, cuando te tires a la piscina te quejarás de lo fría que está y cuando te escondas bajo dos edredones te quitarás el pijama de franela porque tendrás calor.
Al igual que odiarás la arena de la playa pero siempre tendrás ganas de ir.

El humano está hecho así de estúpido, tener siempre algo de lo que quejarse, para poderse escaquear de ello o simplemente poner morritos de enfado.

¿Y por qué no cambiar eso? ¿Por qué no disfrutar del verano porque durante los nueve meses siguientes estaremos sentados durante horas?
¿Por qué no nos quitamos las camisetas y nos tiramos a la piscina? ¿Por qué no taparnos con miles de mantas cuando haga frío? Hagámoslo, no perdamos ni un segundo, si estamos aquí es para hacer algo y precisamente no es sufrir.

sábado, 10 de agosto de 2013

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Sigo buscando aquel lugar que una vez soñé.

Un paraíso perdido y desconocido ante cualquier destructiva mente humana.

Lejos de las huellas de aquel viejo explorador que dice haber respirado el aroma de cualquier rincón del mundo se alzan las naturales puertas de aquel paraje.

Dos viejos árboles se enrollan como enamorados y dan paso a cualquier alma animal que decida entrar.

Matorrales y plantas frutales extrañas, cuyos colores vivos harían que cualquier persona que contemplase tal belleza fuera feliz.

Y allí mismo, en medio de todos esos robles gigantescos, se encuentra ese lago de aguas cristalinas, simpáticas, que dejan bañarse a cualquier rayo de sol que quiera atravesarlas.

Un paraíso que nunca nadie disfrutará.

Un paraíso escondido en mi imaginación que deseo poder encontrar alguna vez.

domingo, 4 de agosto de 2013

Deirdre.

Pelirroja como el pelaje de un zorro expuesto al cielo de un atardecer y pálida como la frondosa nieve que nadie espera.
Una chata nariz con una pequeña galaxia de pecas.
Con ojos castaños que han visto los paisajes más bellos de toda Irlanda.
Bajita y delgada.
Deirdre viste como si cada día fuera una cálida pero húmeda tarde de primavera, faldas y vestidos de seda, camisas estampadas con botones.

Su corazón es como un jardín, rodeado de la valla más alta que puedas imaginar,
nunca nadie ha conseguido saber cómo está realmente,
nunca nadie la ha hecho sonreír,
nunca nadie la ha enamorado,
aunque ella sí lo haya hecho.

martes, 30 de julio de 2013

"Se busca amigo"

De eso se trata, echar de menos cosas que nunca has tenido.
Ese vestido de seda negro cogido a la cintura estampado con barquitos de papel tan caro.
Ese concierto que dio tu grupo favorito al que no pudiste asistir.

                          *     *     *

Ese amigo que pone cualquier excusa con tal de verte, estudiar un poco, le dice a su madre. Que pasa largas noches junto a ti mirando las estrellas. Que pone su hombro cada vez que estás perdida, cada vez que piensas que tu vida sería una mierda si no fuera porque está a tu lado.
Ese amigo que es para siempre, que está para lo bueno y para lo malo, que te entiende con la mirada.

Y eso es lo único que necesito. Un amigo de verdad.

jueves, 25 de julio de 2013

miércoles, 24 de julio de 2013

«...puse el disco en el reproductor, bajé la tapa y puse la pista cinco. Corrí hacia mi cama y me tendí en ella, cerré los ojos y ahí estaba. Delante mío se encontraban ellos, los que hacen que llore de alegría tan sólo con una frase, los que me apoyan a pesar de no conocerlos. Y esa gente a mi alrededor gritando sus nombres, cantando sus canciones, bailando como si no hubiera mañana. Un lugar donde podía ser yo. Pero entonces desperté y miré la hora, las 3:08 de la madrugada. La pista seis estaba sonando. Todo había sido un sueño, un sueño que muy pronto se cumpliría.»

lunes, 22 de julio de 2013

«Los dos días más importantes de nuestra vida son el día en el que naces y en el que descubres por qué.»

sábado, 20 de julio de 2013

Aquello intocable que te hace feliz.

Los sentimientos confunden, a veces no sabemos qué sentimos o qué queremos decir, tenemos una idea muy clara pero las palabras no son las adecuadas para expresar según qué cosas o no fluyen. No entiendo cómo puede ser que llevemos tanto tiempo usando el lenguaje para que sigan habiendo cosas que nos cueste explicar, porque simplemente son inexplicables.

De eso se trata un sueño o una sensación. Los sueños son aquellos que te hacen vivir, que te hacen creer en algo mejor, son aquellos momentos que pasas con alguien que echas de menos o que quieres. Un sueño también sirve para enamorarse, para despertarse y preguntarse que qué ha ocurrido con tus anteriores sentimientos, que cómo es que tu corazón late tan rápido después de un simple sueño.
Y no es un simple sueño y esto lo puedes comprobar tú mismo cuando sueñas con una persona que quieres. Vives el sueño de tal manera que cuando despiertas, agradeces haber estado con esa persona aunque haya sido en tu propio subconsciente. Y lo ocurrido en ese sueño no es para que sea otro más que añadir en tu libreta, si no porque aquello es lo que te gustaría que ocurriera.

Las cosas se sienten más cuando cierras los ojos, un beso siempre hará que cierres los ojos y que te dejes llevar por esa persona a la que quieres. Un solo de guitarra hará que cierres los ojos y provocará que el vello de tus brazos se ericen.

¿Por qué esa persona es tu mundo?, ¿por qué la única manera de encontrarte con ella es en sueños? ¿Y por qué despreciar tus sueños? Es tu mundo, y allí te encontrarás con la persona que más quieres cuando tu subconsciente la necesite...

No miramos la realidad con exactitud e intentamos soñar y disfrutar de nuestro mundo cada noche a pesar de que sólo ocurra en nuestro subconsciente.

Bienvendos a la sociedad.

¿Nunca te han dicho fea o gorda? Probablemente sí, aunque no lo seas.

A veces llegan a meterse con partes del cuerpo las cuales no estoy orgullosa, pero muy a pesar de eso, lo acepto. Y estoy harta, harta de que por culpa de personas ignorantes y sin argumentos que se creen perfectas y mejores personas son esas con mejor físico. Que se alimenten de la autoestima de los demás y les crean una culpa en el interior por no ser como ellas, una culpa que los vacía.

" I am beautiful, no matter what they say. "


Cada uno de nosotros es precioso sea como sea y no nos tendría que importar lo que piensen los demás. Tanto si eres muy alto, bajo, rellenito, muy delgado, tienes el pelo muy corto o careces de pecho. Da igual. No tiene que importar lo que piensen los demás de ti, lo que importa es lo que pienses tú de ti.
Pero cada uno es como es, cada uno es precioso a su manera, todos tenemos nuestras virtudes y nuestros defectos, así que nadie es perfecto.

Y yo sé cuál es tu mejor virtud, es tu sonrisa. Ella es la culpable de contagiar una mueca de felicidad a los que te quieren, que saben que estás bien. 

Cuando no te gustas intentas cambiar tu apariencia, cortarte el pelo, hacer dietas tontas donde lo único que consigues es caer enfermo o engordar.

Entonces llega el momento donde el mundo se te cae encima, cuando te miras en el espejo, es entonces cuando ves a una persona que no conoces, una persona distinta. Pero eres tú, eres tú siendo otra persona, imitando a esa cantante que tanto te gusta, esa modelo preciosa y delgada a la que tanto envidias.

Que dicen que lo importante se encuentra en el interior, pero cuando vemos a alguien por la calle no pensamos en si será una buena persona o un maníaco. Te fijas en su sonrisa y en sus ojos, en si es alto o en si tiene músculos.

Y decimos que esta sociedad da asco, pero lo gracioso es que esta sociedad somos nosotros.

viernes, 19 de julio de 2013

"Este mundo es una mierda, así que hice el mío propio."

Pensé en huir, nadie intentaría buscarme luego, pero sería de cobardes dejar todo a medias.


Quise morir, nadie derramaría una sola lágrima por mí, pero el problema sería el mismo.


Así que decidí crear mi propio mundo, donde yo pondría las reglas.
Ese mundo ha acabado por situarse en mi habitación, un lugar donde soy yo misma, donde una lágrima equivale a cien sonrisas y donde se prefiere ayudar a los demás antes de pensar en ti mismo. Porque estas cuatro paredes naranjas bien alineadas han oido muchos llantos ahogados y risas reprimidas, porque quien entra no sabe lo que ha ocurrido ahí dentro.


¿Y por qué no crear tu mundo? Ya llegará el momento en el que este se destruya y deba ver la vida tal y como es de verdad, ya llegará.

De cero.

Empezar un blog es complicado, dicen. Les doy la razón.

En mi mente hay miles de palabras sueltas, frases ya hechas, cosas que quiero decir, lo difícil es juntarlas, crear algo con ellas que se pueda leer.

Antes de nada, he decidido quedarme como anónima, sinceramente, ¿de qué sirve saber quién es la persona que escribe? No pienso describirme físicamente, considero que no hace falta. Tan sólo he venido aquí para aprender a expresarme y desahogarme un poco de todo lo que ocurre a mi alrededor o, sencillamente, lo que se pasa por mi cabeza.

Dicho esto, bienvenidos a mi blog.