domingo, 6 de octubre de 2013

Cobarde.

Y me he dado cuenta de que ya no puedo más. Sí puedes. Me gustaría desaparecer y ver como al paso del tiempo me olvidáis.Que seáis felices sin mí.
Una vida siempre acaba, pronto o más tarde, pero acaba y yo quiero acabar ahora la mía. No quieres.
Ya no me quedan más lágrimas que derramar. Ya no me quedan más suspiros. No me queda nada.
Algún día os daréis cuenta de que fue una tontería llorar por mí, por una cobarde mentirosa llorica, que tras su sonrisa habían miles de cortes en su interior. O puede que no, puede que sigáis llorando hasta que no podáis más, hasta que os encontréis en la misma situación en la que me encuentro yo ahora. Entonces os daréis cuenta.
Tal vez esto se quede aquí, realmente nadie sabe qué sucederá después de desahogarse. Y eso estoy haciendo yo ahora. Lucha.
Tengo frío a pesar de rozar los 32 grados, pero este frío se encuentra en mis entrañas. Y no lo puedo calmar. Deseo con todas mis fuerzas arrancarlo. El frío mata a personas. Y me está matando a mí. Date cuenta de que te está dando la fuerza necesaria para vivir, vivir por orgullo.
Me queda mucho por delante, muchas cosas por las que luchar y por las que vivir, pero no puedo, soy una cobarde que piensa en sí misma, que dice que tiene la culpa, pero es mentira, la tiene el miedo. Miedo al rechazo, a la soledad. Y por tener miedo me estoy quedando en la nada.
Me rindo, quiero dejar esta guerra a medias, estoy demasiado herida para continuar. ¿Y cuando las heridas hayan sanado?
Vive. Una llama nace en mi interior. Pero el frío se está apoderando de ella. La está matando. Acaba con tu vida ya. Debes hacerlo. Tú puedes. No, no puedes. Escapa de esta tortura.
No lo hagas.

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